9/12/2018

Viaje: Islas Baleares


Hace justo un mes que hice el mejor viaje de mi vida. Se que ninguno va a ser con una experiencia tan maravillosa como esta. Lo se.

El 12 de agosto cogia el vuelo de primera hora de la mañana de un domingo, con destino a Ibiza. En un Airbus A320. Que vuelo mas corto. Si no me pude desabrochar el cinturón. 

Cargados con las maletas nos fuimos a la odisea de encontrar un super para hacer la compra de un par de días. Y por si fuera poco, luego fue otra odisea encontrar nuestra casa flotante. 
Por que como ya sabréis, me fui en velero toda la semana. Un velero alemán de 12 metros de eslora y 4 de manga.


Ya subidos en él, la aventura comenzó rumbo a Cala Llonga en donde fondeamos para poner en orden las maletas y la compra y darnos un baño. El primero de la semana y encima en un sitio precioso! Y solo fue pasar unas horas, hacer la comida y seguir con rumbo a la siguiente cala para fondear hasta el dia siguiente. Que fue en Pou des lleo, con la Isla de Tagomago como dique, para pasar una noche tranquila. 
Nos dimos otro baño con la Kodak (que había que estrenarla), sacamos el dron para hacer unas fotos espectaculares y me hicieron la cena unos chefs de un restaurante francés de cinco estrellas. Teniais que probar aquellos platos. Todo sabor!
Por la noche no hay civilización cerca y la playa, a excepción de un par de caravanas y otro velero, estábamos solos para disfrutar del espectáculo de las Perseidas y las clases de astronomía. 
Y solo era el primer dia y primera noche.


Recordais la frase que publique hace poco? 
La de "Dicen que no hay nada mas pacifico en la vida que dormirse navegando por el mar"? 
Pues es tan cierto!

Al dia siguiente lunes 13, salimos rumbo super pronto destino a la Isla de Mallorca, concretamente a Santa Ponça. Como salimos estando yo todavía dormida, cuando desperté, no pude desayunar, comer, estar sentada... me puse mala del estomago por el mareo. Al llegar a la cala todos estábamos cansados unos por la navegación y yo por el malestar. Pero fue darme un baño, un poco de pan y la bebida energética que me prepararon y listo. A seguir! Acabamos durmiendo allí y dejando el barco listo para la pequeña tormenta que se avecinaba a la mañana.


Martes 14 y fuimos con destino al puerto de Andratx. Tocar tierra!! Pero eso si que era mareo. Volvíamos al velero rápido por que estábamos mejor. Así que la comida y cena en la bañera del velero. Visitamos el pueblo hicimos compra para lo que quedaba de semana. Por la noche a irnos de fiesta relajada, en un principio. Ademas el atraque nos lo dieron en una de las puntas asi que estábamos sin vecinos de un lado y con un muelle precioso para nosotros solos a altas horas de la noche. Creo que es un punto clave del pueblo por que iba mucha gente a pasear y hacerse la foto de rigor. 


Otro dia mas. Un miércoles 15 que volvíamos a la Isla de Ibiza a la cala de Portinatx. Y depues a Benirras para fondear para la noche. Los baños eran algo único de verdad. Ademas el saber que estábamos del lado que siempre cuando estas en la orilla ves a los barcos y dices "miralos que chulos la gente de barco", ahora éramos nosotros. Una amiga disfrutaba eso... jajaja
Las estrellas seguían dándonos las buenas noches. Y yo ya conocía a la osa mayor y la menor.. El norte, a Venus o el lucero del alba y al planeta rojo. Casiopea y la cruz del norte. A vega, una estrella de película y sobretodo a catalina y sus perseidas. 
Las clases dieron sus frutos.

(Nos veis saludando desde el velero no?)

Jueves 16 y nos vamos a ultima hora al puerto de San Antoni de Portmany en la que después de dias duchándonos en bañador en la popa del velero, por fin lo íbamos ha hacer en una ducha y sin bañador!! Sali de esa ducha... no os haces una idea. 
Después de cenar preparamos nuestra propia fiesta ibicenca y ya de madrugada nos pasamos por el centro por el pueblo. Dicen que Ibiza y la fiesta, es un desfase y vamos que si es cierto. Y eso que había poca gente. Pasamos de ello y fuimos a lo nuestro disfrutando de la compañía de los amigos y la música. 



viernes 17 y despertamos con una buena tormenta que nos hizo remolonear en el atraque del puerto hasta que camino un poco y decidimos salir dirección a cruzar entre Isla Conillera y la Isla des Bosc. Por un sitio muy estrecho pero que era un lujazo.
También pasamos por una de las islas mas famosas que siempre sale en cualquier imagen de la isla de Ibiza: Es Vedrá
Nuestro destino era Formentera. vimos el otro lado de la isla, en su parte mas estrecha por Illetes y Espalmador. Acabamos cogiendo boya en Playa S´alga para pasar la noche allí. Las puestas de sol cada vez eran diferentes y mas espectaculares que la anterior. Ademas esa noche se avecinaba tormenta dirección Ibiza y disfrutamos de los rayos a través de las nubes negras que veíamos a lo lejos.


Ya empezaba lo duro. Ultima noche durmiendo en el barco. Ultima mañana despertando en él. Ese día todos estábamos un poco mas callados. Dimos una pequeña vuelta hasta llegar a Cala Saona y fondear para comer y salir a las 3 de la tarde, de vuelta para Alicante.
Yo disfrute del unico rato de sol que tuve en la cubierta del barco, todos descansaron por individual para yo creo que recoger los últimos momentos de unas maravillosas vacaciones en un velero que se ha convertido, por unos días en nuestra casa. El que va a guardar muchas aventuras, canciones, bailes, risas, secretos, baños, miradas...


Después de comer preparamos las guardias y practicamos los protocolos de hombre al agua, todo lo que teníamos que revisar en el radar y en el timón durante las guardias. Iba a ser un viaje programado de 15 horas de travesía cruzando de Formentera a Alicante que se avecinaba dura ya antes de salir.
Las guardias iban a ser de 3 horas y éramos 3 turnos asi que teníamos entre guardia y guardia 6 horas para dormir. A mi me toco de 6 a 9 de la tarde y de 3 a 6 de la mañana.

Al salir aunque dos tenían la guardia, como era de dia estuvimos todos fuera en la bañera como siempre. Os decía que el viaje se avecinaba duro, por que salimos derechos a una tormenta fuertecilla que venia para la isla. La cruzamos de cabo a rabo. la lluvia dolía si te daba en la piel.

La segunda guardia era la mia con un amigo y menos mal que el capitán se dio cuenta que algo pasaba.
Y vaya si no.
El motor echaba humo.
Y no era broma.
Revisaron el motor que esta debajo de la escalera y no había nada. Asi que si lo había era abajo.
Del barco.
Si debajo del agua.
No quiero contaros lo mal que lo pase durante yo creo que la media hora (o no se el tiempo que fue) mas larga de mi vida. Menos mal que paso y se pudo solucionar.


Yo que soy medio noctambula y teniendo cuenta la tensión que debería de tenerla por las nubes, me fue imposible cenar al acabar mi guardia o de dormir hasta la siguiente. Vamos que pase la noche completa en vela haciendo todas las guardias. Casi por que me obligaron aunque fuera a tumbarme en la cama. Lo hice pero por no llevarles la contraria.
En mi segunda guardia disfrute de unos momentos preciosos viendo como la luna desaparece. Como se vuelve todo negro y no ves absolutamente nada. Y vas viendo puntos de luz y tienes que saber si va de popa, proa, estribor o babor el barco y si lleva destino hacia ti o a otro lugar en el que no corra peligro. Y ademas no sabes que es. Hubo uno que pensábamos que serian dos y resulto ser un elefante (llaman asi a los barcos gigantescos) un carguero que nos cruzo por delante.
Y una cosa que hicimos salir a toda la tripulación para que lo viera eran la medusas que brillan de noche! Era todo un espectáculo precioso.


Para rematar el viaje lo bonito fue ver el amanecer por popa mientras llegábamos a Alicante. Daba mucha pena. Horrible. Yo no queria llegar y bajarme del velero. Lo pienso y me sigue poniendo los pelos de punta. Antes de tocar tierra juramos volver el año que viene a juntarnos y repetir la experiencia.


En comparación con otros viajes en las que hago muchas fotos para guardar todo lo que vivo, aquí hice muy pocas por que nada captaba ni la belleza ni la experiencia. No me merecía sacar la cámara.

 Para terminar me quedo con la frase que puse en Instagram unos días después de bajar del Velero.

"Sigo sin ser consciente que hace unos dias viajaba, vivía y dormía en la proa de un #velero. Disfrutando de amigos, risas, pequeños placeres, bailes, comidas de chef, baños al aire libre, examenes de astronomía, puestas de sol y horas de guardia en una inmejorable compañia. 
Se hizo corta la semana. Muy corta. MERCI!!"

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